"Los enanos también vuelven al cole"

“¡¡Me despierto sobresaltado!! He tenido un horrible sueño… Pequeñas sombras azules riéndose alrededor de mi elegante flecha de plata. Me levanto sudando (con un sudor que huele como a gasolina debido al alcohol) y me dirijo al baño rápidamente a mojarme la cara y bueno… a lo de siempre. En el trono se me ocurre pensar en mi sueño. Ha sido muy extraño. Un sueño muy oscuro con risas agudas y maléficas. Los sueños, sueños son y no debemos hacerles caso pero en este caso ha sido distinto. Ha sido como si mi alma estuviera en otro lugar observando lo que pasaba. Me siento algo nervioso pero mi templanza nórdica hace el resto para luchar contra el miedo. Aun sigo sin entender el sentido de mi sueño. ¿Me querría avisar de algo o simplemente fue una alucinación producida por el alcohol y el calor de Bahrein? Preocupado y desconcertado me visto en una hora (los kilometrosexuales ya sabéis como somos) y salgo pitando para el circuito.

En el circuito me vuelven viejas sensaciones. Constantes gritos de mis fans mas alocadas a las que saludo respetuosamente y sin malas intenciones sexuales (ya sabéis que soy un hombre fiel). El olor del asfalto, las cámaras fotográficas, ese hombre calvo y viscoso que va detrás de Fernando Alonso y que cada vez que me cruzo con el me mira como si me odiase…en fin lo de siempre. El nuevo estilo de clasificación la verdad es que no me gusta nada porque yo prefería mi determinación en la pista en la vuelta rápida pero bueno. Yo como soy demasiado bueno haré la pole igual (aunque aun me inquieta mi sueño). Me cruzo por primera vez en la temporada con alguien tan elegante como yo…David Coulthard. Hablo un poco con él con el afán de cambiar las partidas de ajedrez telepáticas por unas de damas o de backgammon pero no nos ponemos de acuerdo. Caminando veo a Flavio Briattore y Fernando Alonso mirándome sonriendo bajo la sombra de su box. Esto me da muy mala espina.

Entro en el box y veo mi hermosa flecha de plata. Me preparo para salir a pista tranquilamente. La primera tanda va a ser un paseo para mi (¿y cual no?). Salgo y noto el rugido de mi motor como si fuera la de un león al que le acaban de arrancar los testículos. Avanzo tranquilo y con templanza hasta que…¡¡NO!! Se me sale el alerón de atrás y me voy al garete. ¡¡Ahora lo entiendo todo!! Sabía que mi sueño era una premención. ¡¡SABOTAJE!! No dudaba que esos asquerosos tramposos de Renault lo harían. Además la incompetencia de este equipo en el que corro ha hecho que el sabotaje les haya salido bien. ¿No podían comprobarlo? Desde luego cada día me veo más lejos de esta escudería (y eso que me encanta ver el reflejo de mi preciosa cara en la carrocería de mí precioso vehículo). En fin abandono y mañana salgo el último, estos chapuceros tenían el coche preparado para JP… se ve que confían en él. Me monto en una moto camino del box y me sereno. Una vez en el box me tomo mi bebida energética (whisky solo sin hielo) y me pongo a reflexionar. Mañana tendré que superar un record difícil. Adelantar a 21 coches va a ser difícil pero no hay nada imposible si uno puede imaginárselo (sino mirad mi record de infidelidades). En fin, mañana será otro día para mi…”